Increible, maravilloso, fantastico, diferente, sorprendente....ufff cuantos adjetivos podria usar para describir mi viaje, mi vision de India. Uno de los pocos que no usaria seria espiritual. No, visitar India no me cambio la vida, ni la vision de ella, ni soy una persona nueva, ni me quiero convertir al hinduismo o al budhismo ni quiero pasar por Calcuta para hacer beneficencia. Sin embargo, descubrir esta cultura fue mindblowing, usando un termino ingles, me rompio la cabeza, dirian en mi barrio. Fue un viaje corto de dos semanas y si bien no recorri el pais de punta a punta tampoco creo que esa sea la unica forma de descubrirlo. Me enfoque en una region, la de Rajastan que esta en el noroeste y que junto a otro par de ciudades de un estado vecino me llevaron a lo ancho de una India rural, primitiva a veces, de absolutos contrastes, colores brillantes y aromas intensos.
Vole hacia y desde Delhi, una ciudad sin pena ni gloria en mi recuerdo y que facilmente evitaria en un proximo recorrido. De alli, un tren nocturno a Varanasi, la ciudad sagrada a orillas del Ganges donde millones de indios peregrinan para llegar a tiempo para su muerte por el simbolismo de ser cremado en ese rio. De alli otro tren nocturno a Agra, como no visitar el Taj? La ciudad es facilmente olvidable tanto como imposible sera no ser deslumbrado por la belleza del mausoleo blanco, imponente, impactante. La boca se abre al verlo y todos los sentidos se agudizan. En contraste, mi proximo destino fue el pueblito de Bundi, asi en diminutivo de tamanio pero bello con su lago verdisimo, su fuerte olvidado en la cima de la colina y sus gentes aun verdes de turistas. Breve pero decisivo paso por Chittor para ver los templos y palacios que se erigen en el fuerte y en un bus muy lleno de locales llegamos con prisa pero sin pausa a Jaipur, la capital del estado de Rajastan. Viniendo de pueblitos tan pictorescos la ciudad me parecio insipida y sin mucho caracter asi que partimos raudamente hacia Udaipur, la venecia asiatica que le llaman. Aun cuando los turistan ya empezaron a florecer la ciudad y su hermosisimo palacio valen una visita y los unicos dos dias que le dedicamos enteros a un destino. En bus nocturno partimos a Jodhpur que gracias a su imponente fuerte merece un lugar en el recorrido. Otra vez un tren nocturno nos llevaria hacia Jaisalmer a las puertas del desierto del Thar. Me encanto este pueblito dorado como la arena y como el color de las piedras de sus construcciones y ojala que ese fuerte que esta dentro de los monumentos protegidos de la Unesco pueda sobrevivir a la inclemencia de mis pares humanos. El safari al desierto fue un corolario perfecto para este viaje, el contoneo de los camellos, el atardecer en las dunas, la noche bajo las estrellas al son del relato de nuestro guia, todo parecia salido de las mil y una noches.
No fueron mil pero valieron por mil y una mis noches en India. Viaje en tren (clase popular altamente recomendable para un tete a tete con los locales), en rickshaw, en moto, en bote, en moto y en autobus. Fui a los mercados, a los templos, los fuertes, los palacios. Hable con los mozos, los comerciantes, las senioras, los chicos, los vendedores. Me meti en sus casas, indague sobre sus costumbres pregunte, averigue, contemple y me deje maravillar. Vi peluqueros y barberos atendiendo con un silloncito en la calle, sastres que cortan sus ropas en la vereda, me volvi experta en el arte de regatear, admire sus colores y el sentido de su moda (las mujeres con esos saris deslumbrantes y los hombres con camisas impecables hechas a medida), me delite con su comida.
India es un pais de contrastes. El celular que suena en medio del desierto; los trenes que transportan millones de personas por dia y minutos antes de partir tienen pegadas en cada vagon la lista de todos los pasajeros confirmados pero en la estacion las reservas las hacen en una comodore 64; la mugre en las calles y la extremisima pulcritud de las personas con sus camisas siempre almidonadas y planchadas, sus pelos recortados y barbas afeitadas; las mujeres relegadas se hacen notar a puro brillo de sus ropas que invade silenciosamente a gritos los pueblos; su caminar pausado, continuo, incesante con un trafico inclemente, ruidoso y sin control; una cultura sumamente arraigada a sus costumbres pero que facilmente se deja penetrar por internet, el cable y los celulares; un pueblo humilde, sumiso, a veces hasta primitivo, con una elite desfachatadamente opulenta.
En mi vision India es todo lo que escribi antes y muchiiiiisimo mas. Es muy dificil poder condensar en palabras las sensaciones que desperto. No volvi con angustia ni compungida por la miseria. Regrese embebida de su color y su sabor y su sonido, maravillada de seguir comprobando lo ancho y largo que es este mundo y lo increible que es poder descubrirlo.
Si podes, no dejes de darte una vuelta por India.
7 comentarios:
Nena!
No publicaste ninguna foto pero tu relato es formidable!
Fue un viaje con la imaginación, hermoso lo que contás y cómo lo hacés.
Te felicito por este viaje increíble que has hecho.
por fin alguien que va a la india y vuelve con un relato de un VIAJE y no de una experiencia espiritual, encuentro con el maharishi, etc. etc.
ojo, no tengo nada en contra de éso, y conociéndome como sumamente influenciable, por ahí si voy vuelvo hecha una fakir, pero lo tuyo fue un viaje de reputísima madre!!! un lujo! qué hermoso lo contás!
tengo MUCHAS ganas de ir, mi hija y yo nos lo prometimos para sus 21. que así sea. y teniendo en cuenta tu experiencia ahora me dan más que más de más ganas!!!
cuando puedas, tirá alguna foto!!!
beso!
Yo no se porque cuando pienso en India me da la sensacion de que es calurosa, pegajosa y muegrienta. Aunque admiro y contemplo siempre cuanta imagen de sus telas y casas con tantos colores. Admiro el uso del color que tienen. Me imagino que es una cultura de lo mas contrastante y tambien interesante. Muy buena tu descripcion. Debe haber sido un viaje muy enriquecedor (como todos los viajes, digo... no es que volviste tocando la sitara!).
Habra que ir alguna vez.
Sorprendente...hace 24 hs me tenes sumergida entre Varanasi, Agra, Bundi, Chittor, Jaipur, Udaipur, Jodhpur y Jaisalmar, entre fotos y un poco de historia!
Hiciste una descripcion diferente,eso me gusta, porque generalmente parece que lo unico que tiene la india es a chopra y la probreza.
"Ancho y largo que es este mundo" es cierto y el poder ir descubriendolo es una bendición!
Guau Bea Guau!!!
mientras te leía me acordaba de tus fotos. Que maravilla de viaje te mandaste. Y eso de dormir en el desierto me fascinó!
No, no ire a India ... no estaba en mis planes y ahora que la recorri gracias a tu relato y tus fotos ....para que ir a donde ya fui ?
Es tremendo como transmitis en tus relatos. Un placer como siempre Bea.
Y me encanta que hayas ido y te haya hecho tan bien
Un beso..o dos ..o tres
hermosa historiaa! q capacidad tenes para contar las cosas ehhh!! sos una genia! un abrazo
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