Contradicciones

Si hubiera un ADN de la patria, cualquier muestra que obtuviera de BsAs me daria positivo. Las calles arboladas, el bullicio de los chicos a la salida de un colegio cualquiera, la tele, el diario, el transito, los negocios, el yogur Ser, la forma de acomodar las gondolas en los super, la comida, los rostros, el mate sobre la mesada de la cocina, la ausencia de prefijos internacionales para llamar por telefono a los que quiero, las veredas, el aire.
BsAs esta igual, la que esta distinta soy yo. Esta bueno estar de vuelta. Lo que es dificil es estar sin rutina, sin un orden mental, emocional y profesional. Esto es como estar de vacaciones. Pero no lo es. Las vacaciones son un tiempo de relax, de descanso, un impasse entre nuestra vida de todos los dias de la cual escapamos y nuestra vida de todos los dias hacia la que volveremos. Yo estoy de vacaciones de no se que, pq no tengo una vida a la que volver. En BsAs esta mi ADN, si, sin dudas. Pero yo no quiero vivir aca. Mi vida ya no encaja en esta geografia, si es que encaja en algun lado. Necesito ir a una ciudad donde sea anonima. Donde pueda reinventarme desde las raices. Donde no haya amigos, familia, esquinas o barrios que me recuerden nada. Donde nada tenga que ver conmigo y yo no tenga que ver con nada. Tengo que empezar todo de nuevo, siento que tengo que empezar una vida de nuevo. Y "nosotros los de entonces, ya no somos los mismos", por eso no puedo empezar aca. No es facil, digo, esto de sentir que otra vez sopa, armar ese rompecabezas llamado vida cuyas piezas se empeñan en no encajar. Pero no hay tiempo de pensar en faciles y dificiles, deseos y sueños. Tampoco hay ganas. Solo hay un resto de fuerza para andar como sonambula, caminando hacia un mañana.
Buenos Aires esta igual, cariiiiiisima, pero igual. Soleada, con olor a asado, con cajeras sin cambio, con calles de barrio de adoquines para caminar a la hora de la siesta, con la Iglesia colada en la pagina politica de los diarios, con gente delgada, con mujeres coquetas, con alumerzos de milanesa de soja con pure de calabaza y sopas Quick, con mi sobrina vestida de Hello Quitty y mi sobrino revoloteando a mi alrededor con la camiseta del Manchester United que le traje, con una hermana que me abraza entre lagrimas en Ezeiza, un cuñado que me aso unas mollejas en la parrilla, con una amiga que me espera ansiosa para abrazarme. Buenos Aires parece haberme estado esperando por 15 meses. Y yo, tan descortes, solo pienso en decirle gracias, pero no.